

Por: Redacción TYL
La escasez de repuestos y autopartes—agravada por las mayores restricciones a las importaciones dispuestas por el gobierno nacional--agudizó el robo de camiones por parte de los denominados piratas del asfalto. Se agrega un dato que parece increíble o irracional: los ladrones se llevan el camión y descartan la carga porque, en muchos casos, buscan repuestos para vender luego en el mercado negro.
“La falta de insumos en el mercado es un problema que puede agravar la situación. Hoy eligen robar el camión antes que la mercadería”, explicó Oscar Farinelli, Director del Departamento de Seguridad, Fiscalización y Logística de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC).
Los robos van en aumento: un promedio de 30 sustracciones de unidades por mes, de los cuales se recupera un 30 %. Las zonas más caliente se hallan en el norte y noroeste del Conurbano bonaerense, en la ruta 6 entre los cruces con las rutas 8 y 9.
Las bandas de piratas del asfalto han calibrado la mira y apuntan a llevarse las unidades rodantes porque el botín hoy no es tanto lo que transportan, sino los neumáticos y los repuestos que venden en el mercado negro. Las bandas, cada vez más sofisticadas, utilizan inhibidores de señal o “jammers” que son dispositivos que anulan las señales de radio u ondas que emiten los GPS dejándolos inhabilitados por completo. Incluso la policía detectó fábricas clandestinas de inhibidores.
En el 80% de los robos se llevan sólo el camión. En ocasiones, los ladrones, desenganchan el semirremolque y abandonan la carga, para llevarse solo los neumáticos y el camión para desguazar y vender las partes como repuestos.
El abandono de la carga no es un fenómeno que se empezó a dar exclusivamente por la falta de insumos, pero se ha agravado la situación. Descartar la carga comenzó en la década del ´80 a partir de la creación de las fiscalías especializadas en piratería del asfalto que fue una gran solución para el robo de camiones de carga pesada, pero que abrió otra puerta del delito: el robo solo del vehículo.
Las fiscalías especializadas comenzaron a mostrar resultados y las causas avanzaron rápidamente. Entonces, los delincuentes advirtieron que, si robaban solamente el vehículo, la denuncia se radicaba en una fiscalía común por el delito ‘robo de automotor’ en lugar de ‘piratería’, con lo cual las investigaciones eran menos exhaustivas y todo finalizaba con el reintegro por parte de las aseguradoras.
Esta situación planteó la conveniencia de llevarse el camión con la carga o solamente la unidad. “Generalmente los robos se realizan en horas de la madrugada a través del acercamiento con otro vehículo que neutraliza la circulación del camión, se reduce al chofer al que se lo sube a un auto y los delincuentes siguen con el camión. A los choferes generalmente no se les aplica violencia física y lo sueltan una vez que aseguran el lugar donde dejar la unidad”, contó Farinelli.
Según el último informe de la “Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones”, el 73% de los robos se producen entre las 0 y las 12 del mediodía que es el horario de mayor tránsito del transporte de carga.
Comprar insumos para camiones es un calvario, los talleres no consiguen repuestos y hay que esperar meses para algunas partes electrónicas. Los neumáticos también “en falta”, además del aumento de los precios. En 2021, el rubro neumático aumentó un 103 %; en Chile, por caso, un juego de 4 cubiertas cuesta US$ 800, menos de la mitad de su valor que en el mercado local. Los camiones que hacen viajes internacionales cambian neumáticos en países vecinos, para el resto está la alternativa del mercado negro.
Fuentes policiales consultadas por TRANSPORTE Y LOGÍSTICA explicaron el accionar de las bandas de piratas del asfalto y el mercado ilegal. “Son bandas que cuentan con una logística previa en virtud de los medios que utilizan. Usan armas largas, equipos de comunicación y hasta ropas de fuerzas de seguridad. A veces tienen información desde el interior de las empresas y/o cómplices como pueden ser los conductores de los camiones”.
“La mayoría de las veces tienen la mercadería ya ubicada y por eso se mueven tan rápido. Con respecto a los camiones, también tienen un círculo bien cerrado porque trabajan con los reducidores que cortan los vehículos y con gomerías, talleres o gente que buscan y ofrecen repuestos robados. Muchas veces actúan a demanda”, indicaron fuentes policiales.
“Estamos en una situación económica que está afectando al sector. No se consiguen neumáticos, repuestos, ni camiones. Hay una problemática estructural muy seria y los delincuentes ven en esto una oportunidad de profundizar acciones”, destacó Farinelli quien dijo que “esta situación comenzó a profundizarse hace un año”.
“Se están levantando camiones en el Conurbano y se los están llevando a otras provincias donde son adulterados y vendidos, lo cual dificulta las investigaciones. Los camiones más viejos o modestos son utilizados para repuestos”, aseveró Farinelli. Muchos camiones robados en el Conurbano aparecieron en provincias como Misiones o Córdoba.
El referente de FADEEAC se mostró esperanzado en que se pueda trabajar y aplicar políticas que, al menos, controlen la situación como sucedió con el robo del transporte pesado en manos de bandas organizadas: “Sabemos que esto lleva tiempo. Algo similar pasó con las grandes bandas de piratas del asfalto de camiones pesados décadas atrás que, con los años, se fue controlando bastante”.
“La creación de fiscalías especializadas, en su momento, han dado resultado. La incorporación de un fiscal con esa sola responsabilidad facilitó mucho el seguimiento de causas porque centralizaba toda la información y le permitía tener un conocimiento amplio de la problemática. Hubo resultados positivos y muchas bandas fueron desbaratadas”, detalló.
FADEEAC participa asiduamente de seminarios sobre piratería del asfalto como uno reciente que fue organizado por la Asociación de Investigadores contra el Robo Automotor e Interpol. En estos espacios se generan bases de acción para atender la problemática. Además, se generan encuentros periódicos en donde participan fiscales, autoridades judiciales y policiales y se abordan las problemáticas que se están trabajando para planificar acciones futuras.
ROBOS CON TECNOLOGÍA
El 95 % de las unidades tienen GPS que se colocan en distintas partes para no ser detectados por los delincuentes y para que las empresas de seguridad sigan sus trayectorias en tiempo real. Las bandas utilizan inhibidores de señal o “ jammers” que son dispositivos que anulan las señales de radio u ondas que emiten los GPS dejándolos inhabilitados por completo.
“El inhibidor posee una frecuencia mayor, más potente, que inyecta ruido en la misma frecuencia a la que se conecta la señal del GPS del camión. Al ser muy potente lo que hace es tapar a cualquier otro equipamiento que quiera transmitir señal por esa frecuencia”, explico Gustavo Makaruk, Jefe de Operaciones Satelital de Hawk GPS.
Así los camiones quedan invisibilizados para los monitores de las empresas de seguridad durante unas horas, tiempo que es utilizado para buscar y destruir los GPS o para esconder el camión para su inmediato desaguace.
“Cuanto más potente es un inhibidor, mejores resultados va a obtener. Hay dispositivos manuales con 3 o 4 antenas y otros que llegan a tener 10. Estos últimos se arman en valijas en donde los conectan con una batería de moto y dos coolers para refrigeración”, indicó Makaruk.
La avanzada logística de las bandas de piratas del asfalto también ha hecho mover las fichas de las empresas de seguridad que han comenzado a colocar detectores de jammers dentro de los GPS. Esta tecnología advierte el corte de la señal en el o los GPS –hay unidades que llevan hasta 4 GPS- y automáticamente envía la orden para que se corte el consumo de combustible del rodado que queda paralizado en el lugar.
De todos modos, las grandes bandas también encuentran alternativas para esto. Cuando están muy interesadas en la carga del camión planifican el robo con otro vehículo similar que va de apoyo como alternativa para enganchar el remolque en el caso de que la unidad sustraída tenga detectores de jammers y no puedan mover el camión.
Makaruk destacó que “en los últimos años se ha hecho muy complejo poder adquirir un jammer. No hay legislación que prohíba los inhibidores de GPS, pero ya no son fáciles de conseguir en el mercado. Antes se podían comprar en Mercado Libre pero ahora se deben traer de Paraguay”.