

Por: Redacción TYL
Fabián Yannone preside la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) y es el Director de Relaciones Institucionales del Grupo Logístico Andreani.
-- ¿Qué cuestiones de infraestructura terminan atentando contra el desarrollo de la logística en Argentina?
– La infraestructura logística tiene deficiencias que arrastra desde que el puerto de Buenos Aires se instaló donde está desde la fundación de la ciudad a fines del1500. Así también la red de carreteras nacionales y las conexiones con los países vecinos que fue conformándose a requerimiento de Buenos Aires y algunas economías regionales. La desaparición parcial de las vías férreas y la falta histórica de estrategias para las vías navegables también influyeron para el deterioro de las carreteras.
–¿Usted ve cambios en ese paradigma?
– Pasaron muchos gobiernos de distintas banderas y estos temas se agravan con el tiempo y la falta de presupuesto para tales fines. Muchos países del mundo y la región han definido a la logística de toda la cadena de abastecimiento como política de Estado con mayúsculas y definen estrategias a 20 años con el acuerdo de todos los sectores. Estonces, ¿qué está primero? ¿La producción o los medios de traslado de bienes?. Sin una decisión de todo el arco político para la asignación de recursos de infraestructura, los costos y las ineficiencias seguirán incrementando y quitándonos competitividad regional y global.
– ¿Cómo terminó el año el sector logística en Argentina?
– En 2022 todos los sectores vinculados a la cadena de abastecimiento se mantuvieron en volúmenes por encima del piso que se generó durante los años más duros de la pandemia.
– ¿Cuánto creció el sector?
– La logística tomó un rol mucho más protagónico cuando fue considerada como actividad esencial acompañada por el crecimiento exponencial que generaron los cambios de hábitos de consumo a través de internet que conllevan otras velocidades de respuesta en información y tiempos de entregas. Eso favoreció el desarrollo del canal de entregas hasta el consumidor final (última milla) y desafía a toda la cadena en cuanto a recursos de infraestructura (reconfiguración de almacenes y tipos de unidades de distribución), tecnología e integración de sistemas y plataformas.
– ¿A qué problemáticas se enfrentó el año pasado?
– Esta realidad se fue recorriendo durante el año, en un contexto difícil dado por la guerra entre Rusia y Ucrania que condicionó el abastecimiento de combustible, las dificultades en el escenario de regreso del empleo a la presencialidad a nivel mundial con producción insuficiente de bienes y repuestos necesarios para funcionar, el desabastecimiento de neumáticos y el manejo de la incertidumbre que genera una inflación tan alta.
– ¿Cuál es el desafío de la logística de cara al año que comienza?
–Nuestro desafío es seguir profesionalizándonos para dar más y mejores servicios en toda la cadena de abastecimientos, a la altura de las necesidades de los clientes en cada eslabón. Saber adaptarnos a un mundo cada vez más globalizado y que obliga a tomar decisiones más flexibles y cambiantes.