

Por: Redacción TYL
YPF, la petrolera con mayoría accionaria estatal, se sumó al resto de las productoras y comercializadoras de combustibles y aplicó un ajuste promedio del 3,8% en los precios de las naftas y el gasl en todas sus estaciones de servicio del país.
Se trata del cuarto y último incremento acordado en noviembre pasado entre el Gobierno nacional y las petroleras en el marco del programa "Precios Justos".
El primero fue del 4% y se aplicó en diciembre, el segundo fue por un porcentaje similar y entró en vigencia en enero, al igual que el aumento aplicado en febrero. Ahora fue el turno del último de 3,8% promedio.
“Este ajuste contribuye a compensar la variación del tipo de cambio oficial, los mayores costos logísticos y de operación, y el aumento de precios de los biocombustibles”, señalaron desde YPF.
Con los surtidores de las estaciones de servicio recién remarcados, el principal interrogante que ha comenzado a ganar terreno en el ámbito petrolero gira en torno a cuáles serán los porcentajes de incrementos que tendrán las naftas y el gasoil a partir de abril.
Desde las petroleras ya pasaron el aviso al equipo económico de que requieren nuevas subas mensuales que dupliquen las aplicadas hasta ahora y lleguen lo más cerca posible a un promedio del 10% cada 30 días.
Frente a ese planteo, la postura inicial de Massa y la secretaría de Energía, Flavia Royón sería volver a negociar un nuevo sendero de aumentos igual al anterior que no supere el 4% mensual para no seguir alimentando la marca inflacionaria que ya se ubica entre las más elevadas del mundo con una variación interanual del 102,5%.
Si bien aún no hay fecha cierta, se estima que a partir de la próxima semana los integrantes del equipo ecónomo y los directivos de las petroleras se verán otra vez las caras para tratar de delinear una pauta de ajuste para los combustibles que deje conformes a ambas partes.
Tanto los funcionarios, como los empresarios tienen en claro que los próximos aumentos deberían aplicarse entre abril y los primeros días de junio porque a partir de ese momento el desarrollo de la campaña electoral llevará al Gobierno a impedir cualquier retoque de precios que le impliquen asumir costos políticos de cara a las PASO.